Se llama profundizador a un aparato que sirve para hacer descender nuestro cebo por debajo de la superficie para capturar a los peces que se encuentran en aguas más profundas, ampliando así nuestras zonas de pesca. Muchas capturas objetivo viven cerca del fondo o, a medias aguas, por lo que si no bajamos los cebos hasta su hábitat
no pescaremos nunca estas especies. Si le añadimos a ello, que muchas presas objetivo son depredadoras, necesitaremos darle movimiento a nuestro cebo para que atraiga la atención de estos peces.
Un profundizador, en síntesis, es un sofisticado carrete con fino cable de acero que nos

permite bajar y recuperar un pesado plomo hasta cotas de 60 metros o más de profundidad. A este plomo se une una pinza que sujeta firmemente nuestra línea de pesca que lleva en su extremo el cebo o señuelo escogido. Cuando un pez pica, la línea se libera de la pinza y queda libre para ser recuperada con nuestra caña y carrete. Por
su lado, la pesada bola de plomo será izada a superficie gracias al profundizador manual o eléctrico.
Ya sólo nos queda disfrutar de la picada y recuperar línea hasta que nuestra presa aparezca en superficie. ¡En ese momento ya seremos expertos pescadores en la técnica de pesca con profundizador ¡


1. Carrete – Sirve para almacenar el cable, con longitudes entre 45 y 120 metros.
2. Brazo – Sirve para separar el plomo del cuerpo del profundizador y tiene una polea en su extremo. La longitud es de
entre 60 y 130 cms.
3. Polea basculante – Guía el cable por el extreme del brazo para hacer descender el plomo.
4. Plomo – Su función es lograr la profundidad a la que deseamos pescar. Los plomos pesan entre 1 y 10 kilos.
5. Cable – Lleva el plomo colgando en su extreme. Es cable de acero inoxidable de 150 libras.
6. Cuentametros – Determina cuánto cable hemos largado, permitiendo escoger la profundidad de arrastre del
señuelo.
7. Base de montaje – Se atornilla al barco, permitiendo colocar el profundizador para la acción de pesca.
8. Portacañas – Sujeta la caña de pesca.